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El Festival Internacional Santander triunfa en su alianza con la novedad

El Festival Internacional Santander triunfa en su alianza con la novedad

Festival Internacional Santander Programa Mozart Sinfonía 29. Concierto 17. Johann Christian Bach: Sinfonía Op.6 núm. 6 Intérpretes Kristian Bezuidenhout, fortepiano. Orquesta Barroca de Friburgo Pour la postérité Obras de Stravinski, Satie, Falla y Scheemann Intérpretes Dianto Reed Quintet 4El verano musical clásico, observado a golpe de vista, se enmarca entre el Festival de Granada que inaugura su actividad en el mes de junio y los festivales del norte con los que se cierra agosto. Destaca aquí el Festival Internacional Santander que en la edición de este año, y son ya 73, anuncia un cambio en su dirección : Valentina Granados deja saneada la organización tras el debacle económico y organizativo que le precedió, y se pone al frente Cosme Marina , avalado por una buena gestión artística en varios ciclos musicales ovetenses y dispuesto a desarrollar ideas sobre la programación que irán tomando forma en sucesivas ediciones. La de este año ya apunta novedades , más de fondo que de forma, es decir, más cerca de todo aquello que un clásico dioeciochesco como Antonio Rodríguez de Hita aconsejaba en relación al arte musical donde «es preciso y natural ver y discurrir más».Santander comenzó allá por el 3 de agosto y, desde entonces la programación se ha ido desglosando en conciertos, recitales, espectáculos de danza y proyecciones , hasta una cincuentena de convocatorias en la ciudad de Santander con el complemento ya muy arraigado de los 'Marcos históricos', que recorre dieciocho localidades cántabras y en los que la música se acerca a los viajes de Marco Polo y a la creación contemporánea, con un gran peso del repertorio barroco y español que es un repertorio en el que siguen surgiendo nuevas obras que confirman la grandeza de una época históricamente decisiva y plagada de autores de extraordinaria calidad pero muy parcialmente conocidos.Descubrir está en la naturaleza del Festival Internacional Santander de este año y así lo demuestran dos conciertos recién celebrados: el protagonizado por la veterana Orquesta Barroca de Friburgo con el fortepianista Kristian Bezuidenhout y el del juvenil Dianto Reed Quintet , un grupo cuya trayectoria merecerá la pena seguir de cerca una vez comprobada la fortaleza, la calidad y el entusiasmo en el desarrollo del proyecto 'Pour la postérité' presentado aquí y en otras programaciones españolas a raíz del reconocimiento como Ensemble Emergente FestClásica 2024. El grupo reside en Ámsterdam y lo forman cinco instrumentistas de viento, tres mujeres y dos hombres, dispuestos a demostrar, el principio ilustrado del poder didáctico de música que Dianto Reed Quintet afronta sin titubeos en 'Pour la postérité' a partir de la reflexión sobre el porqué del arte y su acotación en un territorio que toma como modelo generador a Pablo Picasso .PicassoEn una muy interesante superposición de planos, una proyección de fondo propone textos e imágenes del pintor, con una curiosa inclinación hacia su conflictiva relación con las mujeres , tan difícil en lo personal y tan explosiva en lo artístico. Se ven también cuadros del holandés Erik Renssen , cuyas obras parten del mundo picassiano al que recrea y reconstruye , y se concluye con otras tantas ejecuciones a cargo de la inteligencia artificial (IA), hoy por hoy capaz de construir imágenes de apariencia decorativa, forzada y escasas de vida, todavía propias de un sistema que no deja de aprender e independizarse lo que ha de implicar redefinir las fronteras de la creación humana.Lo inquietante es la tensión ambiental que Dianto Reed Quintet refuerza tras romper algunos códigos básicos del concierto en relación con su propio protocolo, lo que lleva a transformar la interpretación en una especie de coreografía que reordena constantemente la colocación de los intérpretes en el escenario y en sus incursiones fuera de él, con el aliciente de generar así una nueva espacialidad o, lo que es lo mismo, ampliar los puntos de vista de la escucha. En el origen del programa está la muy breve obra de Stravinski 'Pour Picasso' que vuelve al final del programa reelaborada en 'Song, fugue and groove on a tune of Stravinski', encargo para este proyecto realizado a Julian Schneemann (1992), un teclista y compositor abierto a estéticas diversas con origen en la música clásica, el jazz, el pop o la música africana. Su proyecto más relevante, 'Caravan' conecta mundos de este a oeste y atravesando repertorios heterogéneos está teniendo una importante difusión y de él queda el testimonio discográfico. Se escuchó también una selección de la suite 'Pulcinella' de Stravinski, 'Parade' de Satie, y otra selección de las dos suites de 'El sombrero de tres picos', de Manuel de Falla , todo ello en arreglos firmados por Max Klingge y Arjan Linker. Los tres compositores trabajaron con Picasso y también fueron retratados por él.La defensa que de estas músicas hace Dianto Reed Quintet es en verdad sorprendente: cuidada, musicalmente rigurosa, gestualmente tan bien armada que todo adquiere una impresión de máscara, un punto estricta, aunque definitivamente rota por la calidez de la interpretación . En Santander se ha robustecido de manera muy particular por las condiciones del auditorio del Centro Botín , construido por Renzo Piano y cuya pared al fondo del escenario es una enorme cristalera que permite observar la bahía y su tránsito marítimo mientras se escucha (se ve y se lee) el concierto: curiosa dislocación entre la placidez aparente del paisaje y la activa actitud de sus observadores.Pablo Heras-CasadoEl proyecto de Dianto Reed Quintet demuestra que en el ámbito artístico hay agentes especialmente bulliciosos. L a Orquesta Barroca de Friburgo es otro modelo interesante. Fundada en 1987, suelen actuar sin director aunque no eluden colaboraciones como la ya habitual con Pablo Heras-Casado . Con él y con el fortepianista Kristian Bezuidenhout han grabado la integral de lo conciertos para piano de Beethoven, mientras este ha seguido desarrollando en solitario el registro de la obra completa para teclado de Mozart. Cabe hablar aquí de interpretes con años de consolidación, pero capaces de mantener fresco el espíritu de aventura con la seguridad de enfrentarse a la música de Mozart desde una perspectiva estrictamente contemporánea. Quien quiera saber lo que esto significa, conocer una de las vías de interpretación de este repertorio en 2024 debería escuchar esos registros que están en la base de la experiencia del público de Santander, espectadores para los conciertos pianísticos 17 y 9, la sinfonía 29, además de la más formalista sinfonía en sol menor, opus 6 número 6 de Johann Christian Bach.Por supuesto que la vivencia supera las expectativas desde el mismo momento de arranque del concierto, cuando la Orquesta Barroca de Friburgo aparece en el escenario perfectamente afinada y lo primero que se escucha es el comienzo inmaterial, exquisitamente conjuntado de la sinfonía 29. En la plantilla de Friburgo más del cincuenta por ciento son mujeres . El dato es una pura formalidad porque el espíritu general es único y la manera de expresarse musicalmente perfectamente acordada en una muy curiosa amalgama orquestal con una plantilla de cuerda en el límite numérico, desde los cinco violines primeros al contrabajo, y el añadido de una parte de viento milagrosamente empastada.La referencia que pueda hacerse sobre los conciertos pianísticos de Mozart aclara la cuestión porque aquí Bezuidenhout delimita el territorio musical con una transparencia insólita. El acuerdo con la orquesta, de la que es director artístico y por tanto conoce bien, es definitivo. Lo más evidente es el refinamiento de la textura, la precisión en la medida , la inquietante articulación de los silencios, el purismo de la línea, la dignidad de los adornos, o la contemplación de estos conciertos como una totalidad en la que destacan las partes solistas pero también la contribución que el propio solista hace al «tutti». En definitiva, la capacidad para proyectar el dramatismo de una música tan aparentemente amable.Es fácil creer que las novedades musicales dependen de las vanguardias creativas olvidando que la interpretación es en sí misma una forma de comunicación con los coetáneos, y como tal algo que se adapta al momento y al lugar, que indaga en nuevas maneras de expresarse, a veces de manera casi imperceptible. Si Dianto Reed Quintet representan el dinamismo artístico de algo que se abre a mil posibilidades, de dudas y fortalezas que ponen su mirada puesta en el futuro, la Orquesta Barroca de Friburgo con su trayectoria de casi cuatro décadas y la colaboración con Kristian Bezuidenhout, dedicado a la constante contemplación de esta música, trae consigo algo que se renueva de una manera fresca, presente y enormemente convincente. La verdad que proponen se ha confirmado en su arrebatadora actuación , con el Palacio de Festivales de Cantabria lleno, escuchando en un silencio definitivo y pocas veces tan elocuente. Tan lleno de interés.

Publicado el 24-08-2024 18:21

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